Bancos de Peregrinos
Los Bancos de la “Basilique Saint-Sernin de Toulouse”
Los bancos de la “Basilique Saint-Sernin de Toulouse” han recibido, durante siglos, a los peregrinos del Camino de Santiago que toman la Vía Tolosana para luego continúar su caminata hasta culminarla en la Catedral de Santiago de Compostela. Son los bancos del silencio, del encuentro y de la fe.
La inmensa construcción es la iglesia románica más grande de Occitania y la segunda más antigua de Francia. Su construcción se inició en el año 1077 y su altar mayor fue consagrada, diecinueve años después, por el Papa Urbano II en el 1096.
Para dar cabida a los peregrinos, que obtuvieron un gran auge en la Edad Media, sus arquitectos incluyeron en su diseño constructivo un corredor continuo alrededor de toda la periferia de la iglesia, por el cual los visitantes podían caminar, admirando la estructura de la basílica, visitando las reliquias y observar sus tesoros artísticos, sin interrumpir el ritmo normal de las celebraciones religiosas. Este espacio para los caminantes llegó a llamarse «el deambulatorio». Con el tiempo, en toda su longitud se crearon pequeñas capillas, que parten radialmente de la cabecera y rodean, por detrás, al altar mayor de la basílica .
La “Basilique Saint-Sernin de Toulouse” fue el cementerio, desde el principio del milenio, de los Saint-Gilles, el linaje de los Condes de Tolosa que gobernaron la región durante siglos hasta que fueron despojados de sus tierras con la llegada de Los Cruzados y por los interdictos de la Iglesia.
Un día de agosto del año 1222, parado en el umbral de “La Puerta de los Condes”, el admirado y belicoso Raimundo VI de Tolosa, un eterno excomulgado de la iglesia católica por negarse a perseguir a los Cátaros, sufrió una apoplejía debido al intenso calor veraniego. Escuchaba desde afuera a algunos compasivos sacerdotes que alzaban su voz a favor del Conde para que se le permitiera escuchar el oficio de la santa misa. Al Conde Raimundo VI de Tolosa, le estaba prohibida la entrada al templo. El prior de Saint-Sernin se negó a levantar la excomunión al moribundo anciano de 66 años, quien falleció pocas horas después. Negó a su cadáver cristiana sepultura en la ancestral cripta familiar donde todavía hoy reposan las cuatro generaciones de condes anteriores.
También allí se encuentra la cripta de San Saturnino. Las crónicas dicen que fue el primer obispo de Toulouse, quien en el año 250 d.c. murió, arrastrado por un toro, en las escalinatas del Capitolio de la ciudad. En el Siglo IV, uno de sus sucesores en la sede católica tolosana, localizó su tumba y construyó un pequeño oratorio en el lugar. Más adelante y debido a la devoción que despertaba el mártir, se construyó un nuevo espacio de devoción en un sitio más adecuado. A principios del siglo V se trasladaron los restos mortales del santo al nuevo templo. Sobre esas mismas tierras, casi cinco siglos después, se construyó en su honor, la “Basilique Saint-Sernin de Toulouse”, consagrada por el Papa Urbano II en el año 1096, donde aún se encuentra su tumba.
Si deseas visitar el recinto a donde se encuentra la cripta de San Saturnino, debes visitar la basílica el 29 de noviembre, que por ser el día del santo, es la único fecha en que está abierta al público.
Horarios de Visita a la
“Basilique Saint-Sernin de Toulouse”
Del viernes 1 enero hasta el jueves 30 junio 2016 :
Toda la semana de 08:30 a 12:00 y 14:00 a 18:00
Del viernes 1 julio hasta el viernes 30 septiembre 2016 :
Toda la semana 08:30 a 18:30
Del sábado 1 octubre hasta el sábado 31 diciembre 2016 :
Toda la semana de 08:30 a 12:00 y 14:00 a 18:00
¿ Cómo Llegar?
Basilique Saint-Sernin de Toulouse,
Place Saint-Étienne