
Esa estación intermedia, que se inicia con el equinoccio de otoño, un paréntesis naranja entre el verano y el invierno que se pinta de ocres, naranjas y amarillos…
Esa estación que evoca la nostalgia, en que lo días se acortan, los árboles mutan y sus hojas caen al suelo ante el soplo del viento, trayendo con si los sentimientos de tristeza y melancolía, pintados color café…
Es el otoño…
Así le han hablado los poetas

Paisaje

A Rita, Concha, Pepe y Carmencica.
La tarde equivocada
se vistió de frío.
Detrás de los cristales,
turbios, todos los niños,
ven convertirse en pájaros
un árbol amarillo.
La tarde está tendida
a lo largo del río.
Y un rubor de manzana
tiembla en los tejadillos.
Federico García Lorca, Canciones para Niños, (Canciones 1921-1924)

De otoño
Yo sé que hay quienes dicen: ¿por qué no canta ahora
con aquella locura armoniosa de antaño?
Ésos no ven la obra profunda de la hora,
la labor del minuto y el prodigio del año.
Yo, pobre árbol, produje, al amor de la brisa,
cuando empecé a crecer, un vago y dulce son.
Pasó ya el tiempo de la juvenil sonrisa:
¡dejad al huracán mover mi corazón!

Rubén Darío, Poemas de otoño y otros poemas, 1910

Otoño

Aprovechemos el otoño
antes de que el invierno nos escombre
entremos a codazos en la franja del sol
y admiremos a los pájaros que emigran
ahora que calienta el corazón
aunque sea de a ratos y de a poco
pensemos y sintamos todavía
con el viejo cariño que nos queda
aprovechemos el otoño
antes de que el futuro se congele
y no haya sitio para la belleza
porque el futuro se nos vuelve escarcha
Mario Benedetti, Insomnio y duermevelas, 2002



FOTOGRAFÍA: IMarie Núñez – LOCACIÓN: Reynolds, Georgia, USA

