
El mundo mágico de los Celtas se rige por la rueda del tiempo que marca ocho festividades fundamentales para el desarrollo de la vida llamadas los Sabbats. Estos rituales ancestrales se relacionaban estrechamente con los cambios estacionales: los solsticios, equinoccios, las épocas de cosecha y siembra, de luz y oscuridad, de nacimiento y muerte …el crecimiento, la decadencia y el reposo de la naturaleza.
Hoy nos ocupamos de Litha, celebración que fija el comienzo del verano y coincide con el solsticio. Representa el ciclo agrario centrado en los cereales, momento de gran prosperidad. Además de definir la cosecha que la naturaleza nos regala, también representa la recolección del fruto de lo que hemos sembrado a lo largo de nuestra existencia.
La rueda del año de la tradición celta

El calendario celta es solar-lunar y fue diseñado para alinear las lunaciones con el ciclo agrícola y por ello la posición astronómica exacta del Sol se consideraba menos importante. Según el calendario de Coligny, el año celta tenía doce meses divididos cada uno en dos quincenas. El año se dividía en dos mitades o períodos. El periodo “claro” correspondiente al verano y a los días largos y el periodo “oscuro” correspondiente al invierno y a las noches largas. Todos los meses comenzaban con la luna llena y la celebración del año nuevo tomaba lugar durante las «tres noches de Samhain», la luna llena con la posición más cercana entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno.
Las lunas llenas que marcaban el punto medio de cada cuarto del año dividido por los solsticios y los equinoccios llamados Sabbats Menores marcaban los comienzos de las estaciones: Yule, Ostara, Litha y Mabon; también determinaban las fechas durante las cuales se celebraban las festividades lunares: Samhain, Imbolc, Beltane y Lughnasadh considerados los Sabbats Mayores donde la energía de la naturaleza de cada una de las cuatro estaciones se encuentra en su grado máximo. El año celta comienza con la festividad de Samhain.
A diferencia de los romanos que contaban el tiempo según el número de días, los celtas lo hacían según el número de noches, los meses comenzaban con la luna llena y el cambio de fecha era la puesta del sol. Es muy complejo encontrar una correspondencia regular entre el calendario celta y nuestro actual calendario puesto que nuestras fechas tienen en el calendario celta un valor diferente cada año. Las correspondencias entre los dos calendarios tienen un periodo cíclico cada 19 años aproximadamente.
En la fecha de la celebración de Litha el sol alcanza su cenit en el cielo, es el día más largo del año. La festividad se celebra entre el día 21 y el 24 de junio, dependiendo de la fecha astrológica del solsticio de verano.
Este fenómeno natural fue tan importante para muchas culturas como la celta y para los druidas, que crearon los famosos “círculos de piedras”, como Stonehenge en Gran Bretaña y Newgrange en Irlanda, que están perfectamente alineados con la salida del sol en los solsticios de verano y de invierno.



El calendario de Coligny

El calendario de Coligny galo se encontró en Coligny, Ain, Francia cerca de Lyon en 1897. Es un calendario luni-solar.
Fue grabado en una placa de bronce, preservado en 73 fragmentos que originalmente eran de 1.48 metros de ancho y 0.9 metros de alto, siendo probable que su origen date del final del siglo II. Está escrito en inscripciones capitales latinas y en idioma galo. La placa restaurada contiene dieciséis columnas verticales, con 62 meses distribuidos sobre cinco años.
El arqueólogo francés J. Monard especula que éste fue grabado por druidas que deseaban conservar su tradición de mantener el tiempo en el período en el cual el calendario juliano fue impuesto a lo largo del Imperio romano.
Litha… fuego, calor y sol
Litha significa fuego, calor y luz solar

Durante la festividad celta de Litha es el momento de compartir, de salir, de bendecir al sol, de disfrutar con los seres queridos, de la naturaleza. Los días son luminosos, la fuerza y belleza del sol que todo lo vuelve prospero. Representa el fin de la oscuridad, de la esterilidad y el comienzo de la época más fértil, donde todo se renueva. Todo lo que evoque el poder de la naturaleza y el del sol.
Se realizaban aquelarres y las hechiceras danzaban alrededor de las hogueras, fabricaban pócimas especialmente poderosas para esta noche mágica, y las leyendas dicen que se desataban los placeres carnales. Se celebra el culto a la vida, a la exuberancia de la naturaleza, al esplendor del sexo, a la alegría del fuego.
Litha, la diosa de la tierra ya está embarazada y se promete fértil, igual que las tierras y sus cosechas. El dios del sol también se hace protagonista pues ha llegado el momento de su mayor fortaleza.

Cernunnos, dios celta de la fertilidad

El dios Cernunnos es el rey de la fiesta, pues él es el señor de los bosques y se celebran fiestas en su honor.
Cerunnos es el espíritu masculino animal. Su rasgo más vistoso son los cuernos de ciervo. Está relacionado con la virilidad masculina, la regeneración de la naturaleza, la abundancia, la tierra y los instintos animales.
La naturaleza de Cernunnos es esencialmente terrenal. Se le representa con las orejas y los cuernos de un ciervo y lleva un torque, especie de collar galo, al cuello y en la mano. Está a menudo acompañado por una serpiente con cabeza de carnero o simplemente, con cuernos. Aparece como el amo de los animales salvajes, terrestres y acuáticos; manifiesta la fuerza, el poder y la perennidad de la vida.
Cernunnos conecta con la abundancia de la vida. Dicen las leyendas que llevar su figura como amuleto hace próspero en riqueza, salud y sexualidad. También los druidas utilizaban su imagen como pentáculo para sus curas, invocándolo para sanar animales y personas. Cernunnos es el Dios protector de mascotas y animales.
Los ritos



Los ritos de Litha
La celebración era una fiesta de magia fuerte y poderosa, donde se buscaba la conexión y la comunicación con los espíritus de la naturaleza. Durante Litha, los velos entre los mundos eran delgados, los portales entre los campos que conocemos y los mundos del más allá se abrían, por lo que era un momento excelente para los ritos de adivinación. Esto es común a la celebración de Samhain.
Era común que las parejas de novios se dieron la mano y saltaran por encima de las brasas del fuego tres veces para asegurarse un matrimonio largo y feliz, incluida la prosperidad económica y muchos hijos.
Se pensaba que las brasas de la hoguera de la celebración de Litha, ya carbonizadas, poseían poderes protectores, pues eran amuletos contra lesiones y malas cosechas y eran comúnmente colocadas alrededor de los campos de cereales y huertos para proteger los cultivos y garantizar una abundante cosecha.

Los bosques solían ser visitados con frecuencia durante la celebración, pues se creía que era el mejor momento del año para recolectar plantas medicinales.
El agua también era símbolo de celebración y era común que hombres y mujeres se bañaran en ríos y lagos durante el solsticio con el objetivo de renovarse, purificarse, rejuvenecer o ser más fértiles.



En la fiesta antigua de Litha es habitual el uso guirnaldas y coronas de flores, se hacían sombreros con las flores amarillas de la hierba de San Juan, girasoles y otras flores amarillas.
La festividad se celebra entre el día 21 y el 24 de junio, dependiendo de la fecha astrológica del solsticio de verano. En ese momento el sol alcanza su cenit en el cielo, es el día más largo del año; parece colgar sin moverse en el firmamento. La palabra solsticio que deriva del latín para indicar que el curso del sol se estaciona justo en la mitad, deteniéndose un rato antes de retomar su camino y dando origen al día más largo del año.

Los símbolos
Los símbolos de Litha





Los principales símbolos de la fiesta de Litha son el fuego,el agua, la espada, el dios celta Cernunnos, la diosa embarazada Litha y el sol símbolo del solsticio de verano.
Prepara tu rito
Plantas, hierbas y especies
Lavanda, manzanilla, lirio, sauco, hinojo, espliego, hierba de San Juan, verbena, canela, caléndula, árnica, Santa María, diente de león, artemisa




Flores
Girasol, lavanda, margaritas, flores amarillas, azucena, clavel




Inciensos
Limón, rosa, lavanda, pino, roble, menta, tomillo, romero

Colores
Naranja, amarillo, rojo, verde y blanco
Piedras




Ámbar, jade, ojo de tigre, ojo de gato, jaspe, citrino, peridoto, venturina, rubí, esmeralda, cuarzos
Bebidas

Aguas con frutas de la estación
Comidas
Frutas frescas, nueces, cacahuates, semillas, flores, cítricos, verduras, sopas frías, hojaldres, alimentos vegetarianos



Manualidades para el ritual
Elaborar hadas, grimoire herbal, ojos de dios, almohada del sueño, pentáculo con flores y hierbas, recolectar agua de lluvia




De la celebración celta de Litha
a la Noche de San Juan



El emperador bizantino Teodosio se empeñó en perseguir a todos aquellos que practicaban los cultos paganos cuando, en el siglo IV, declaró el cristianismo como religión oficial del Imperio Romano de Oriente y Occidente, en el Edicto de Tesalónica.
Lo que no llegaría a saber el Emperador es que su decreto no sería del todo consolidado por sus aliados cristianos. Gran parte de las festividades religiosas que celebramos hoy en día contienen un origen pagano. Por mucho ahínco que Teodosio y sus descendientes pusieran en acabar con los rituales que consideraban herejes, la realidad es que estos acabaron por formar parte de la cultura cristiana.
La leyenda del Sol y la Tierra fue reemplazada
por el relato bíblico de San Juan Bautista,
pero sin renunciar a los ritos paganos del fuego y el agua.
La noche de San Juan es uno de los ejemplo más significativo. Las sociedades cristianas absorbieron esta tradición de origen pagano, convirtiéndola en la conmemoración de la natividad de San Juan Bautista, quien había nacido, según la Biblia, el 24 de junio, coincidiendo con el día próximo en que las antiguas civilizaciones celtas habían honrado al Sol.
Pero cuando Roma y el Cristianismo se impusieron, esta festividad adoptaría un significado menos mágico. La leyenda del Sol y la Tierra fue reemplazada por el relato bíblico de San Juan Bautista, el santo que guardaba relación con el fuego, la hoguera que su padre Zacarías encendió cuando nació, y el agua, el bautismo de Jesús en el río Jordán. Pese a este cambio, los cristianos no renunciaron a seguir encendiendo enormes hogueras alrededor de las cuales celebraban los ritos, ya que permaneció la costumbre de quemar lo malo para atraer lo bueno. Eso sí, siempre bajo la presencia de la cruz cristiana. De esta manera, se consolidó una celebración que mezclaba la tradición latina con el ritual pagano, hasta hacerse muy tradicional en todos los rincones del mundo.

NOTA DEL AUTOR
Cabe destacar que la cultura celta, especialmente sus ritos, mitos y ceremonias eran transmitidas por la tradición oral de los druidas a sus pupilos. Como cultura no dejaron un legado escrito. Por ello, la mayor cantidad de información que se tiene de estas tradiciones proviene de historiadores y autores romanos y griegos y posteriormente de los cristianos.
IMarie Nuñez
Que maravilla! Información completa… me encantó 💛
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Que bueno que hayas disfrutado esta lectura. Me encantan las leyendas celtas. Con el otoño, viene la próxima entrega de esta
serie. Feliz Litha.
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