“Estoy trabajando desde mi casa, porque estoy de reposo”.
“Tengo gripe, pero me llevo el laptop para la casa”.
“Me sentía mal, hice una transacción bancaria y me equivoque”.
“Me siento un poco mejor, asi que decidí escribir el próximo capítulo de mi novela, y no se donde comenzar”.
¿Te suena familiar?

Pues sucede que a nuestro cerebro no le gusta trabajar cuando estamos enfermos, ya sea porque padecemos una gripe, un virus, una infección o una afección mayor. Hacerlo, puede causar daños permanente a nuestro cerebro.
Un cerebro enfermo es un cerebro poco inteligente, y de la misma manera que nuestro cuerpo se siente decaído, soñoliento, adolorido y sin energía, cuando estamos enfermos la habilidad de nuestro cerebro de pensar, sentir, aprender y reaccionar se ve reducida.
Nuestro cerebro es un órgano extremadamente complejo y delicado que participa directa o indirectamente en todos los procesos corporales. Regula funciones como los latidos del corazón, el equilibrio de fluidos, la presión arterial, el equilibrio hormonal y la temperatura del cuerpo. Es responsable del movimiento, la cognición, el aprendizaje, la memoria, las emociones humanas y, por lo tanto, de la salud en general. Necesita mucha glucosa para funcionar en óptima condiciones; nuestro sistema inmunológico también necesita grandes cantidades de glucosa para atacar la enfermedad.

Tan pronto como nuestro cuerpo detecta un elemento invasor, nuestro sistema inmunológico entra en acción y desencadena la liberación de varios tipos específicos de citoquinas, una de las cinco bases nitrogenadas que forman parte de los ácidos nucleicos o ADN. Según una investigación del Concordia College en Minnesota, USA, estas pequeñas proteínas realizan muchas funciones diferentes, pero son básicamente los mensajeros de nuestro sistema inmunológico, y alertan al sistema nervioso central de que estamos enfermo y que necesita montar un contraataque. Mientras activan las defensas de nuestro sistema inmunológico, las citoquinas también alteran la química del cerebro, explica Andrew Smith, Ph.D., investigador de salud y psicólogo de la Cardiff University en el Reino Unido.

Las investigaciones muestran que debido a ello, nuestro estado de ánimo es uno de los aspectos que mas cambia cuando uno se enferma. Tendemos a ponernos de mal genio y experimentar algo a lo que los psicólogos se refieren como «afecto negativo», que es un término elegante para “sentirse mal sobre usted mismo y la vida en general”.
Los experimentos del doctor Andrew Smith han encontrado que la avalancha de químicos liberados para combatir la enfermedad también afectan el rendimiento mental, específicamente el estado de alerta y el tiempo de reacción.

Revelan que la capacidad de nuestro cerebro para sintetizar información verbal también flaquea. Los cambios en la actividad de los lóbulos frontales del cerebro pueden ocasionar problemas con nuestras funciones psicomotoras, que incluyen coordinación, fuerza, velocidad y equilibrio.

También hay evidencia de un experimento de la Southampton University en el Reino Unido, de que estar enfermo confunde la capacidad de nuestro cerebro para almacenar nueva información y recuerdos. Si bien las personas sometidas al experimento obtuvieron buenos resultados en la mayoría de las pruebas de memoria, su rendimiento se vio afectado cuando se trataba de repetir tareas que habían aprendido mientras estaban enfermos. Esto significa que estudiar o aprender una nueva habilidad mientras estamos enfermo no es muy recomendable.

Además de curar nuestro resfriado con mucho descanso y bastantes líquidos, los estudios indican que no hay mucho que se pueda hacer para compensar la desafortunada fuga de inteligencia asociada con la enfermedad. Pero al menos en lo que respecta a su estado de alerta, Smith ofrece una solución simple: cafeína. Su investigación muestra que un poco de café u otra bebida con cafeína puede ayudar a agudizar su cerebro incluso cuando no se encuentra bien.

A pesar de la preocupación que nos puede causar el reposo por una gripe u otra enfermedad, el quedarse en casa y descansar hasta estar totalmente restablecido es importante, porque según el University of Mississippi Medical Center en USA, tratar de apresurar nuestra recuperación puede exacerbar los síntomas y retardar nuestra total curación.

Así que ya sabes, la próxima vez que estes enfermo, no trabajes, duerme todo lo que puedas, y cuanto mucho y a raticos lee una buena novela, mejor poesía, y deja los ensayos para otro día.
¡Tu cerebro te lo agradecerá!













Es el proceso por el cual se generan nuevas neuronas a partir de células madre y células progenitoras. Un proceso a través de precisos mecanismos genéticos mediante los cuales se determina el linaje celular y se generan diferentes variedades de neuronas.
Son prolongaciones protoplásmicas del material viviente de la célula, ramificadas, bastante cortas, dedicadas principalmente a la recepción de estímulos y a la alimentación celular.
Es una prolongación larga y delgada de las neuronas que se origina en una región especializada llamada cono axónico, a partir del soma, o a veces de una dendrita. Su principal función es recibir los impulsos de otras neuronas y enviarlas hasta el soma de la neurona receptora.
Es una aproximación funcional intercelular especializada entre neuronas. En estos contactos se lleva a cabo la transmisión del impulso nervioso. La sinapsis permite a las células nerviosas comunicarse con otras a través de los axones y dendritas, transformando una señal eléctr
La mielina es una estructura multilaminar formada por las membranas plasmáticas que rodean los axones. Desde el punto de vista bioquímico está constituida por material lipoproteíco. Se encuentra en el sistema nervioso de los vertebrados, formando una capa gruesa alrededor de los axones neuronales que permite la transmisión de los impulsos nerviosos a distancias relativamente largas gracias a su efecto aislante. Este recubrimiento se conoce como vaina de mielina.
La materia gris corresponde a aquellas zonas del sistema nervioso central de color grisáceo integradas principalmente por somas neuronales y dendritas carentes de mielina. Se asocia con la función del procesamiento de información o del razonamiento. La cantidad de esta sustancia gris muchas veces se considera directamente proporcional a la inteligencia de un ser vivo.









