Crónicas de Viajes
El Mercadillo, Patrimonio Cultural de Madrid
Los días de todo visitante a Madrid deben incluir un domingo o día festivo, para visitar el Rastro de Madrid. Es un mercado al aire libre de objetos de segunda mano que se organiza en el centro histórico madrileño.

Entrada a El Rastro de Madrid. Photo by IMarie Núñez
Surgió aproximadamente en 1740 en las cercanías del «Matadero de la Villa», como un zoco semi-clandestino de venta de objetos usados llamados en esa época “baratillos”.
El Rastro posee en la actualidad 275 años de existencia y unos 3,500 puestos de mercaderes. Poco a poco se ha ido reglamentando su existencia, así como las actividades comerciales que en el se desarrollan, evolucionando a ofrecer no sólo objetos usados curiosos, sino también artesanía y piezas de interés de todas partes del mundo. Los artículos de cuero y las artesanías del medio oriente destacan entre sus ofertas más interesantes.
Su popularidad es tal que no existe guía de viaje sobre Madrid que no lo incluya en sus páginas.
El Rastro de Madrid esta ubicado en el barrio de Embajadores, donde cientos de puestos ambulantes se extienden en torno a la Plaza de Cascorro, la amplia calle Ribera de Curtidores, su arteria principal, y sus calles aledañas, hasta Ronda de Toledo y Embajadores. Este mercadillo debe su nombre al «rastro de sangre» que dejaban las reses cuando se sacrificaban y se traían desde el matadero. En esta zona se ubicaban las tenerías que aprovechaban las pieles para su curtido y de ahí el nombre de su principal vía: calle Ribera de Curtidores.
Está abierto desde las 9 de la mañana hasta las 3 de la tarde. Si lo visitas antes de las once de la mañana podrás pasear tranquilamente, pero si prefieres vivir el animado ambiente que lo caracteriza, la hora perfecta es a partir de mediodía y hasta las tres de la tarde, hora en la que concluye.
Aunque no existe una organización fija, normalmente los puestos suelen agruparse según el tipo de artículos o mercancía que comercializan. Por ejemplo, la Plaza del General Vara de Rey congrega un gran número de puestos de ropa de segunda mano; en las calles del Carnero y Carlos Arniches se ofrecen libros usados a precios de ocasión, perfectos para coleccionistas.
La dinámica de este mercado es la compra-venta tradicional de un mercado ambulante, pero si regateas consigues mejores precios.
Aquí puedes encontrar toda la información sobre El Rastro: http://www.elrastro.org
Para concluir una intensa mañana en El Rastro, en los alrededores hay muchísimos restaurantes de cocina tradicional y bares típicos para disfrutar de unas tapas. Te recomiendo los bocadillos con calamares en uno de los tradicionales bares de la zona de El Rastro: el Bar Santurce, ubicado en la Plaza General Vara del Rey #14. Aquí les dejo el link http://www.barsanturce.com .
Mi experiencia en El Rastro resultó ser la puesta en escena de la postal que había comprado en nuestra primera parada en Madrid, 25 días antes. Me había llamado mucho la atención lo colorido de su imagen…y aquí estaba, en vivo y en directo viviendo el bullicioso mercado. Lo mas probable es que tu equipaje aumente al menos unos cuantos kilos ese día.