¿Sabes que el espacio que utilizas para escribir tiene un impacto importante en qué tan bien y con qué frecuencia escribes?

El espacio de trabajo de un escritor, o su «cuarto de escritura» siempre ha sido un tema fascinante y ha alimentado a través de los siglos las páginas de libros, periódicos, revistas y en nuestros días: blogs, películas y series de televisión. Es realmente un tema. Yo llamo ese espacio la «cueva creativa».
Así, que visto que estaremos guardados un buen tiempo, es el momento perfecto para preguntarnos si el espacio donde escribimos tiene las características idóneas para que nuestro trabajo sea lo más fluido y creativo posible y poner manos a la obra para convertir nuestra “cueva creativa” en un espacio realmente inspirador donde la musa llegue con facilidad y seas super productivo…¡aún en tiempos de pandemia!
Y aunque cada escritor tiene sus peculiaridades y extravagancias sobre su “espacio para la escritura”, en un artículo para el portal especializado “Writer’s & Artists” el escritor y dramaturgo Rib Davis afirma que hay ciertas condiciones que son propicias para la productividad literaria.

Aquí compartimos algunas sugerencias, en las cuales concuerdan muchos expertos, para que hagas los ajustes necesarios a tu espacio para escribir.
1 Despeja tu espacio de trabajo.
El orden es probablemente lo más importante que puedes hacer para crear un espacio de trabajo más inspirador y aumentar tu productividad. El desorden pesa en nuestras mentes, ocupa espacio, disminuye nuestra motivación y bloquea la entrada de nuevas ideas y oportunidades en nuestras vidas. Si el pensamiento de poner orden es abrumador, comienza poco poco. Concéntrate en ordenar sólo una gaveta o una sección de tu escritorio, una parte de tu biblioteca, o tus archivos durante una hora diaria. Una vez logrado ese objetivo, continúa a las siguientes tareas.
Las cosas que están rotas pueden frustrarnos, interponerse en nuestro camino y hacernos sentir mal. Afean el espacio y eso limita la creatividad. Si algo en tu oficina está roto, pregúntate si estas dispuesto a arreglarlo de inmediato. Si no, probablemente no sea muy importante o útil, por lo que es desorden.
3 Cambia los hábitos que crean desorden.
Hay que detener el desorden en su origen. Cuando lleves algo a tu espacio de trabajo, decide de inmediato qué vas a hacer con él. ¡No lo apiles en tu escritorio y pospongas la decisión para más tarde! Al decidir qué es el desorden y qué no, hazte tres preguntas: ¿Esto es útil? ¿Es esto hermoso e inspirador? ¿Esto es amado? Si la respuesta a las tres preguntas es «no», es desorden. Si tu respuesta a alguna de las preguntas es «sí», busca un espacio apropiado para guardar el artículo. La clave está en tomar una decisión y luego botarlo, o encontrar un lugar para ello. Además, es conveniente programar un mantenimiento del orden rutinario. Una vez que se convierta en parte de tu vida, será menos desalentadora.
4 Ancla tu propósito en tu espacio de trabajo.
Te sentirás más motivado y tendrás una perspectiva más positiva si tu propósito de escribir se refleja en tu entorno. Crea una declaración de misión o ten objetos, citas y elementos visuales que te recuerden por qué elegiste escribir.
5 Coloca los muebles en la posición de comando.
En el Feng Shui, antiguo arte chino de la colocación, la posición de comando, también conocida como la posición de poder, describe el lugar en una habitación donde una persona se siente más protegida y empoderada. El lugar más recomendable es aquel donde tengas una vista de la puerta, sin mirarla directamente, e idealmente, una pared sólida detrás de la espalda. Es natural sentirse más cómodo cuando podemos ver quién o qué se nos acerca. Colocar la silla en la posición de comando te permite concentrarte mejor, sin distraerte con lo que sucede detrás de ti. En el Feng Shui, esta posición también simboliza estar abierto a las nuevas oportunidades.
6 Elije muebles ergonómicos.
Opta por una silla de oficina que apoye tu espalda y fomente una buena postura. También asegúrate de que tu escritorio y teclado estén a una altura cómoda, reduciendo así el estrés físico y la tensión del trabajo durante largas horas.
7 Usa la iluminación adecuada
Reemplaza los bomillos fluorescentes por los de espectro completo. Los bombillos de espectro completo emulan la luz solar natural y crean una atmósfera más relajante que otros tipos de iluminación. Si no puedes cambiar los bombillos fluorescentes del techo de tu espacio de trabajo, considera apagarlas y, en su lugar, usa lámparas y luces de trabajo. La iluminación adecuada reduce la fatiga visual.
8 Abre las ventanas.
Dejar entrar la luz solar y el aire fresco eleva tu espíritu y da un impulso a tu energía. Un estudio realizado por la Agencia de Protección Ambiental encontró que la contaminación dentro de una casa podría ser de dos a cinco veces mayor que fuera de ella, incluso en grandes ciudades industrializadas. Abrir las ventanas permite la eliminación de los elementos tóxicos liberados por los equipos de oficina, productos de limpieza, alfombras, y que entre aire fresco.
9 Reduce las distracciones.
A menudo, nuestros espacios de trabajo, especialmente si trabajamos desde casa, no son oficinas creadas especialmente para el oficio. Muchos escritores trabajan en su cocina, sala de estar, dormitorio, una habitación compartida con equipos de ejercicio, etc. No es de extrañar que tengamos dificultades para concentrarnos cuando estamos rodeados de tantas distracciones como la televisión, el equipo del gimnasio, un fregadero lleno de platos sucios o una cama vacía que nos invita a una siesta. Si no puedes crear un espacio dedicado especialmente para escribir, ubica tu silla en una posición tal que evite cualquier distracción que desvíe la atención.

Joseph Campbell

Debes tener una habitación y una hora más o menos al día, en la que no sepas lo que hay en los periódicos esa mañana, ni quiénes son tus amigos, las deudas que tienes, lo que alguien te debe. Este es un lugar donde simplemente puedes experimentar y sacar lo que eres y lo que podrías ser. Este es el lugar de la incubación creativa. Al principio, es posible que no ocurra nada allí. Pero si tienes un lugar sagrado y lo usas, eventualmente sucederá algo.

Aprovecha el encierro y crea el ambiente ideal para que tus ideas fluyan. Después de todo, como escritor, probablemente pases mucho tiempo en tu escritorio, ¿por qué no crear un espacio donde disfrutes al máximo pasar el tiempo?

El ambiente apropiado es esencial para el desarrollo de cualquier actividad creativa, especialmente para la escritura. La música adecuada propicia el ánimo, los olores placenteros de potpourri, aceites esenciales o velas aromatizadas contribuyen a evitar el bloqueo y estimulan la productividad, como por ejemplo: el aroma a limón favorece la concentración y el estado de sosiego. Otros aromas que inspiran la creatividad incluyen la lavanda, la canela y el romero. Y sí, también comerse un buen chocolate.
¡Feliz encierro y mucha productividad!
Es el momento de crear tu «cueva creativa» ideal.

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«La cueva creativa…donde escriben los autores«
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Gracias Isa por este texto, lo sentí como si hubiera sido escrito para mí. Mientras lo leía me detuve a ver cómo estaba mi escritorio en el que apenas tengo una semana sentada de nuevo, semana en la que han coincido el casi final de su remodelación y el Coronavirus.Y lo estoy disfrutando (a mi escritorio, y al encierro también).
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